miércoles, 20 de mayo de 2009

EDITORIAL



INDIGENTES EN LA CIUDAD DE OCAÑA, UN PROBLEMA SOCIAL

Es muy común ver deambulando por las calles de Ocaña muchos indigentes. La mayoría sufre de úlcera, cirrosis y unos tantos con demencia y escoriaciones en sus cuerpos.
Al menos unos cuantos tienen problemas por infracciones a la ley penal en diferentes ciudades.
Un habitante de la calle que desde hace dos meses llegó a deambular por el centro y barrios de la ciudad, no niega que va de ciudad en ciudad para esquivar a la justicia.
En aguachica, donde nació hace más de 50 años este hombre que anda descalzo, con la camisa rota y el cabello tieso por falta de agua y shampoo en su cabeza, se vio envuelto en delitos como atracos callejeros y robos a apartamentos en otras ciudades.
Por eso donde llega no permanece más de dos meses pues teme ser capturado y terminar encerrado en una cárcel.
La ley lo busca, por eso se cuida mucho de no hacerle daño a nadie.
Como este hombre que no conoció a sus padres, otros, de los muchos habitantes de la calle que existen en la ciudad, tienen problemas con la justicia en otras ciudades por infracción a la ley penal.
Aunque no existan estudios realmente de cuantas personas hay en la ciudad deambulando por las calles e indigentes en el centro de la ciudad pidiendo ayuda económica a los transeúntes, la policía comunitaria hace inmensos esfuerzos por recuperar a estas personas.
Según informes dice que buena parte de estos hombres y mujeres que dejan sus casas y familias para vivir en la calle y dormir debajo de los puentes, se han visto envueltos en diferentes lugares en problemas de homicidios, atracos, robos, raponazos y hasta violaciones a menores de edad.
“Muchos son buenos y viven del reciclaje, pero existen una buena parte que son procedentes de otros municipio y catalogados como peligrosos”, dice el psicólogo social consultado.
Lo peor de todo es que sus nombres no se conocen y en el estudio aparecen reportados con los apodos que se colocan entre sí. De toda la población que hay en Ocaña, solo algunos portan documentos de identidad.
El resto no da razón de su documento de identidad, lo botan, o lo queman por que al parecer ocultan algo.
Además, todos estas personas necesitan ayuda y orientación pues, en su mayoría, son personas carentes de afecto, huérfanos, proceden de hogares descompuestos y tienen una alta inclinación a la drogadicción.
Las cosas tienden a complicarse pues este año varios habitantes de la calle se han visto envueltos en problemas ocurridos en Ocaña.
Lamentablemente este problema ocurre, sin que las autoridades competentes manifiesten una clara intensión por regenerar estas personas o brindándoles la posibilidad de una vida digna sin la necesidad de llegar a la represión policiva, en la ciudad no existen centros asistenciales que ayuden a mejorar esta situación y raíz de esto muchas de estas personas se ven sometidas al abandono y en la imperiosa necesidad de cometer actos ilícitos para subsistir.